Según consignan medios de la capital provincial, el gobernador suspendió la reunión de gabinete de hoy, aseguran que no quiere verle las caras a las primeras y segundas líneas del gobierno provincial. Con las segundas líneas la decisión ya está tomada, se van todos, con las primeras no se anima a pedir renuncias, los afectados tampoco se animan a presentarlas por temor a que sean aceptadas.
Lo que antes era un hecho que se publicitaba en todos los medios, donde se evaluaba, semana tras semanas, las gestiones de los distintos ministerios, ya no ocurre.
Esta es la segunda semana que el gobernador Gustavo Bordet no organiza ni encabeza una reunión de gabinete.
Entre las versiones más fuertes de la Casa Cris se habla de que el mandatario, golpeado, debilitado y herido no quiere verle las caras a las primeras y segundas líneas del gobierno provincial.
Las razones son ya conocidas por todos, su gestión, enfrenta el peor momento desde que asumió allá en diciembre del 2015, la muy mala imagen del mandatario y de sus funcionarios es notoria.
Las denuncias de corrupción hicieron estragos en su gestión, el electorado, a tan solo 4 meses de haber obtenido el 57% de los votos, le dio la espalda.
Institucionalmente Bordet se encuentra con una imagen desbastada por las irregularidades constantes que se denuncian en su gestión y la inacción total del el mismo como de sus funcionarios ante la corrupción, hicieron estragos.
Políticamente la cosa no mejora para Bordet, al conductor del peronismo entrerriano se le atribuye la peor lista habida y por haber para enfrentar a Cambiemos, como también la plancha en la campaña electoral presidencial.
La consecuencia de esta inacción fue la histórica derrota del PJ en las urnas, sello que perdió un senador nacional, algo impensado para la militancia.
El mismo domingo de las elecciones, cuando se conocían los resultados y el PJ ni Bordet reconocía la derrota, toda la generalidad de militancia y dirigencia confluyó en los pedidos de renuncias de sus funcionarios.
Con la militancia y dirigencia exigiendo cabezas y la ciudadanía con el mismo pedido, el gobierno provincial se llamó al silencio.
Hoy se conoce otra puesta de lo golpeado y herido institucional y políticamente que se encuentra Bordet, el cual, lejos de las costumbres que venía manteniendo, suspendió la reunión de gabinete prevista para la jornada de este martes.
La fuerte versión que se baraja en la gobernación es que Bordet no quiere ver a nadie, menos a sus ministros y ministras y al resto de los funcionarios.
Con los segundos la decisión está tomada, están fuera del gobierno provincial, solo resta su oficialización.
Con los primeros la cuestión está un poco más estancada, la versión de sus cercanos en el pasillo de la gobernación, no le faltan ganas y tampoco razones para bajarlos, sin embargo no se anima a pedirles las renuncias.
Aunque, según trascendió, entre los ministros se sostienen, sacando pecho, que si los sacan, Bordet no tiene a quien poner para reemplazarlos.
Más allá de esta alharaca, lo cierto es que no ninguno de estos se anima a presentar sus dimisiones porque saben que si llegan al despacho del mandatario serán aceptadas.
El Portal de Ricardo David
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