Ante la impaciencia, a veces ruidosa de corrientes políticas o religiosas que insisten en acelerar el desconfinamiento, el Papa Francisco ha invitado a «rezar para que, en estos momentos en que empieza a haber normas para salir de la cuarentena, el Señor dé a su pueblo, a todos nosotros, la gracia y la prudencia de obedecer a las disposiciones para que no retorne la pandemia».
El Santo Padre ha formulado esta intención de plegaria en la capilla de Casa Santa Marta, que siguen diariamente en Internet o televisión millones de personas confinadas en sus casas.
Francisco salía al paso de algunos sectores religiosos que urgen a los obispos a acelerar la apertura de las iglesias y de sectores económicos que piden la vuelta a la normalidad sin las garantías de separación necesarias para evitar el contagio por coronavirus.
Es significativo que el Papa haya intervenido en esta línea al día siguiente de una advertencia de la OMS contra el desconfinamiento mal planeado o precipitado y dos días después, a poco de que la Conferencia Episcopal Italiana publicase un polémico comunicado contra el gobierno por el retraso en la reapertura de iglesias para ceremonias con público.
De momento en Italia se permiten solo los funerales con la presencia de hasta 15 personas, preferentemente miembros de la familia, y solo si se puede mantener la distancia física de seguridad entre los asistentes y la ventilación de la iglesia o capilla. ABCes
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