La cifra oficial de contagios por coronavirus en Latinoamérica superó el viernes la cifra de 3.000. Si bien la epidemia llegó más tarde que a Europa y Estados Unidos –el primer caso se diagnosticó el 26 de febrero en Brasil–, el nivel de emergencia se ha disparado en los últimos días en todo el continente. En total, la región llegó al fin de semana con 3.200 contagios, cifra que incluye cerca de 40 defunciones.
Países como Colombia, Perú y Argentina han aplicado ya, o lo harán al comienzo de esta semana, el confinamiento obligatorio de la población. Otros, como Brasil, México y Nicaragua, se lo han tomado más a la ligera. La situación puede ser complicada en sociedades con sistemas sanitarios deficientes, siendo Venezuela el caso previsiblemente más dramático.
Más información sobre el virus
Los países latinoamericanos afrontan el comienzo de la expansión del coronavirus con un mayor conocimiento sobre qué medidas pueden ser más efectivas para la contención de la pandemia. Está por ver si la extensión del contagio será tan exponencial como en Europa: perjudica que los sistemas sanitarios sean en ciertos casos deficientes, pero beneficia una mayor población joven y el clima tropical de parte de la región, que podría atemperar la propagación del virus (si se observa el mapa mundial, hasta ahora la mayor afectación ha sido en zonas de clima templado, incluso más en el centro y norte de Italia y España que su parte sur); en el Cono Sur, en cambio, se va hacia una estación de temperaturas más bajas.
Sistemas sanitarios
Utilizando el Índice de Seguridad Sanitaria Mundial de la Universidad John Hopkins y estimaciones propias, el FMI considera que los países mejor preparados por sus capacidades sanitarias o características de población y su distribución son México, Chile, Argentina, Brasil y Ecuador. Menos preparados están Colombia, Perú, Bolivia, Paraguay, Uruguay, Panamá, El Salvador, Nicaragua, República Dominicana y Jamaica. En el peor estado se encuentran Honduras, Guatemala, Belice, Haití y Guyana (la clasificación no cuenta con mediciones de Venezuela, Cuba, Surinam ni Costa Rica).
Brasil, el país más afectado
El país con más contagios –también el más poblado– es Brasil, que el viernes llegó a 904 y ha tenido que lamentar once muertos; allí la epidemia ha superado ya el círculo de los casos importados y ha traspasado a redes locales. Siguen Ecuador, con 567 (siete muertos); Chile, con 434 casos (ningún fallecido); Perú, con 263 (cuatro defunciones), y México, con 203 (dos muertos). Luego siguen Colombia y Argentina, ambos con 158 infectados, y Panamá, con 137. En Venezuela oficialmente se han registrado 65, y en Cuba 21.
Frivolizar la pandemia
El presidente de México, Manuel Andrés López Obrador, siguió el fin de semana con sus actos de masas, manteniendo que «no hay que exagerar»; en una de las imágenes difundidas ayer expresamente se abstuvo de «comerse a besos» a una niña, tras haber sido criticado por recomendar que la gente se abrace y repartir él mismo besos. Hoy lunes anunciará un plan de contingencia, cuyo contenido no ha trascendido. También el brasileño Bolsonaro ha quitado importancia a la pandemia. Por ahora solo ha decretado aislar a aquellos que tienen síntomas y, de modo preventivo, a los más de 60 años. En Nicaragua, retando ostensiblemente la alarma internacional, Daniel Ortega promovió el 14 de marzo una marcha popular contra el coronavirus.
Las primeras medidas
La mayor parte de los países latinoamericanos han cerrado sus fronteras terrestres (el primero en ejecutarlo fue El Salvador) y han limitado la llegada de personas a sus aeropuertos. El confinamiento general obligatorio ha sido ya puesto en marcha, o se hará efectivo con el comienzo de esta semana, en Colombia, Perú, Argentina y Chile. También en Venezuela se ha decretado la cuarentena, aunque no se está siguiendo de modo estricto. En Cuba no recibirá turistas durante un mes y los próximos días evacuará los que aún están en la isla. Por su parte, la República Dominicana ha implantado el toque de queda.
40 millones más de pobres
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) de la ONU estima a día de hoy que la región podrá sufrir este año una contracción económica del 1,8% del PIB, lo que podría suponer un incremento del paro registrado en diez puntos y un aumento de la pobreza en 40 millones de personas. La Cepal llama la atención sobre el especial nefasto efecto de la crisis en los países caribeños que dependen básicamente del turismo. Si la prohibición de viajes a causa del virus se prolonga hasta tres meses, la actividad turística en el Caribe podría caer en 2020 en un 25%..
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