En el barrio Carretera La Cruz, en una zona ubicada a casi cien metros de la defensa sur, los daños que provocó el violento temporal de lluvia y fuertes vientos que se desató sobre nuestra ciudad, alrededor de las 3 de la madrugada de ayer, levantó literalmente una precaria vivienda de madera, además de la voladura de varios techos de otras viviendas del sector. A pesar de la violencia con que la naturaleza arrasó el lugar, afortunadamente no hay que lamentar personas lesionadas.
“Fue un momento que no se lo deseo a nadie”, exclamó Verónica Aguirre, propietaria de la vivienda destruida por el vendaval. “Es muy difícil de contarlo porque el solo hecho de vivirlo es horrible. Me encontraba con mis pequeñas hijas en mi casa y cuando sentí que el viento giraba alrededor de la casa, jamás me iba a imaginar que me iba arrancar la casilla desde abajo, se la llevó y fue a parar del otro lado de la calle en un terreno de un vecino. Ahora me quedé con lo puesto, yo y mis hijas”, contó la aterrorizada mujer.
Apenas a cien metros de la vivienda de Verónica, el violento temporal dejó sus huellas. “Estábamos durmiendo con mi mujer cuando empezó la tormenta, de un momento para otro sentimos que la lluvia era muy fuerte pero jamás pensamos que se nos iba a volar el techo”, relató Carlos Rivero, vecino del barrio.
Rivero, con mucho dolor por los daños que el vendaval provocó en su casa ubicada en la intersección de 68 y 20, pero muy agradecido por la inmediata colaboración de una iglesia evangélica, dijo a cronistas de EL SOL-Tele5 que: “fue algo horrible lo que vivimos con mi mujer y mi hija. Gracias a Dios que hoy temprano por la mañana vinieron los chicos de la iglesia a darme una mano y a ayudarme a arreglar el techo que se me voló”.
Carlos contó que: “fue una verdadera tragedia lo que nos tocó vivir -dijo- se me voló y se empezó a mojar todo adentro de la casa, nos refugiamos en un rincón porque pensamos que se nos podía caer algo encima, fueron minutos interminables, fue algo horrible porque podría habernos caído el techo encima”, dijo lamentando que “nos quedamos con lo puesto, se nos mojó todo, se mojó la ropa los muebles, los colchones, se mojó todo. Fue algo espantoso lo que nos tocó vivir, pensamos lo peor, por eso nos refugiamos en un rinconcito de la casa”.
El enfurecido vendaval se concentró en un radio de 300 metros, en esa zona fue donde más daños provocó en las viviendas. “con la tormenta se voló completo el techo que no hacía mucho tiempo que lo habíamos colocado”, dijo Fernando Ramírez, mientras miraba las chapas retorcidas y los restos desparramados en el medio de la calle.
“Donde se levantó el techo es una parte superior que no está habitada de la casa, es una parte en construcción -dijo Fernando- faltaban las aberturas, pero ya tenía el techo completo pero el viento se lo llevó, quedaron algunos perfiles con los tornillos puestos y lo demás quedó desparramado por todos lados”.
El vecino lamentó que: “uno va juntando peso por peso para hacer algo y te pasa esto -lamentó- acá en esto tengo 50 mil pesos de pérdida sin contar la mano de obra porque yo soy albañil y lo hago yo mismo”.
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