Recibimos en nuestra redacción una extensa nota, firmada por vecinos de Colonia Ayuí que se muestran preocupados por el estado de los caminos, por la falta de proyectos de gestión, y una conducción municipal ¨apática¨ y que está en un ¨letargo¨. ¨Es triste ver un pueblo fantasma, tan lindo a la vista de la gente, con un futuro prominente, y tan abandonado hacia el interior.¨ reza uno de los párrafos.
Desde La Región Digital, cumplimos en publicar textualmente la misiva recibida:
¨Los vecinos de Colonia Ayuí nos encontramos muy preocupados ante el total abandono de los caminos, no solo los vecinales, sino los del barrio.
Una lluvia y se vuelve intransitable el lugar, por las calles del barrio y otros caminos aledaños, si no fuese por la ruta que sale de la Provincial 28 hacia la Nacional 14, sería imposible salir del pueblo.
También es de preocupación la constante inundación de los vecinos del barrio detrás de la iglesia, cuando llueve, el agua les entra a sus casas, a muchas familias les pasa de largo por abajo de la vivienda, arruinando sus muebles y sus pertenencias. Nos contaba una vecina del lugar… » No sé que tipo de muebles comprar, porque si son de madera se pudren, si son de caño se oxidan, el agua pasa por debajo de mi casa en cada lluvia». Ya sea por negligencias de construcción, en un terreno que era un bajo y/o , la falta de mantenimiento y ayuda por parte de la Municipalidad al relleno de los lugares aptos para la construcción o el arreglo de desagües, destape de cañerías, limpieza de alcantarillas, etc.
Basta venir un día que caen unos milímetros de agua, para poder apreciar el abandono, y pasado los días después de una lluvia, la cantidad de pozos y terreno desparejo, formándose un solo camino en el medio, lo que implica un riesgo a los conductores, puesto que los pasajes son de doble mano. Las calles se vuelven intransitables en épocas de lluvias y posteriormente. Hay un total abandono de los caminos y del mantenimiento del pueblo como sociedad organizada.
Sabemos que estamos en época de Pandemia, pero esta es una nueva gestión del Sr. Intendente Almada, con nuevos concejales, que precisamente no son de su línea política y partidaria, ya que las últimas elecciones solo gano la intendencia por dos votos en las internas, y perdió con los concejales. Sin embargo este sacudón no lo ha despertado, parece que lo ha vuelto retraído, distante y aparentemente se lo aprecia con poca toma de decisiones. El pueblo le ha dado un segundo mandato, supuestamente debería poder seguir trabajando o terminar todo aquello que no pudo, en la primera etapa, sin embargo esto no ocurre. Muchos dicen que no se recibe dinero, que lo que ingresa solo es para sueldos, pero una municipalidad con tan pocos habitantes tiene alrededor de 70 empleados fijos y otros muchos contratados. Sabemos de otras instituciones similares de pueblos vecinos que por número de habitante tienen muchos menos empleados. Sera que por eso no les alcanzan los fondos, es algo que siempre nos preguntamos los vecinos. Además de contar con tres letrados de abogados y otros tantos sueldos que no se justifican.
Hay escases de proyectos, no se mira a futuro, solo se cubren necesidades que surgen espontáneamente y hay que hacer un seguimiento excautivo para que esto ocurra, sino pareciera que la municipalidad esta en un largo letargo, haciendo la plancha, esperando que los problemas vengan a ella.
Hasta los empleados municipales se los observa sin ganas, apáticos, esperando su sueldo a fin de mes, que por suerte lo tienen seguro y están tranquilos de ello. Pero más, en estas circunstancias en que esta el país por la pandemia y la difícil situación económica, necesitamos gente comprometida con su tarea, que no se motive solo por el cobro del sueldo, sino que hagan historia, que hagan patria, el pueblo necesita dirigentes comprometidos. Pero la conducción esta inmune a los reclamos, también apática, por lo tanto no hay contagio, no hay motivaciones suficientes para que la cosa funcione, para que se despierte.
Que triste ver un pueblo fantasma, tan lindo a la vista de la gente, con un futuro prominente, y tan abandonado hacia el interior de las autoridades, que debieran hacer la diferencia para favorecer a los ciudadanos. En estos días de cuarentena, no hubo comunicados importantes, los vecinos se conducían según los dichos de localidades vecinas o lo que miraban por televisión, no se realizó censo sobre los vecinos sin trabajo o con necesidades, ayudar a aquellos que necesitaban viajar a la ciudad, cobrar los beneficios que se le otorgaron por la pandemia, realizar trámites, etc., se los dejo al libre albedrío, si se veía en localidades vecinas. Gracias a Dios que la mayoría de las actividades de nuestra región eran relacionadas a lo habilitado para trabajar y los que si tenían trabajo, que eran la mayoría, siguieron con sus actividades habituales. Pero hubo y hay mucha incertidumbre sobre la situación actual.
Hablando con los nuevos concejales , en la calle nos cuentan que no tienen ni tuvieron muchos espacios para desplegar sus inquietudes, presentar nuevos proyectos o ideas, que tienen coartadas las ideas, que elevaron pedidos de rendición de cuentas al municipio, pero no respondieron a los petitorios. Primero el intendente estaba de licencia por enfermedad y posteriormente la excusa de la pandemia, y siguen esperando. Se muestran inquietos y preocupados.
Sera que los vecinos debemos convertirnos en los nuevos reclamantes, los que nos damos cuenta y exigimos…lo correcto sería que cada uno haga el trabajo por el cual recibe un rédito, un sueldo, un aporte, y los lugareños nos dediquemos a nuestro trabajo. Pero pareciera que seguimos esperando.
Al compararnos con pueblos vecinos vemos el adelanto institucional de otros y principalmente la capacidad de liderazgo y de actuación, que nosotros carecemos. Nuestro pueblo se caracteriza por ser pacifico, tranquilo, y hemos atravesado muchas dificultades en cuanto a nuestras autoridades, desde la creación del municipio, y pareciera que nunca mejoraremos.
El tema de los caminos pasa a ser un tema para no conversar, para no quejarse más, dejar ser. Es hora de que se realicen verdaderos proyectos de mejora a largo plazo, no tapar un pozo, sino proyectar a FUTURO. Es hora que digamos basta, que pensemos que nos merecemos algo mejor, algo para sentirnos orgullosos y no frustrados.
Si esto sirve para algo, reclamar hoy por los caminos vecinales y los del barrio, que sea el punto inicial para una seguidilla de proyectos que mejoren la parte urbana y nos convirtamos en un verdadero pueblo liderado por personas elegidas, que quieren lo mismo que nosotros, crecer y ser mejores. BASTA DE CONFORMARNOS con lo que hay, sin quejarse. No nos quedemos de brazos cruzados. No lo merecemos, tenemos DERECHOS.¨
Lleva la firma de varios vecinos
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